Del tubo endodérmico nace una evaginación que se divide dicotomicamente en 23 generaciones sucesivas para formar el árbol respiratorio.
Traquea y bronquios externos
Bronquios intrapulmonares: constituidos por formaciones cartilaginosas irregulares de tejido cartilaginoso hialino unidos por fibras colágenas y elásticas.
Bronquiolos: constituidos por tejido muscular liso de disposición circular y revestidos por epitelio respiratorio.
Bronquiolos respiratorios: cuyo epitelio es prismático sin cilios.
Bronquiolos terminales: de epitelio cubico donde aparecen estructuras alveolares.
Conductos alveolares: de estructura similar donde los haces de mucosa respiratoria son pequeños esfínteres tapizados de ECS.
Alveolos: estructuras saculares ciegas constituidas por neumocitos membranosos o planos y por neumocitos prismáticos que presentan microvellosidades en la luz del alveolo.
En el interior hay una sustancia tensoactiva cuya función es impedir que el alveolo se colapse; y además hay células defensivas o macrófagos.
A nivel de los bronquiolos respiratorios nos encontramos las arteriolas y a nivel de los conductos alveolares y alveolos una red de capilares arteriolares y venosos; éstos últimos se reúnen en venillas y retornan al corazón para desembocar en él por las venas pulmonares.
Las paredes de los bronquios, arterias y venas están cubiertas por un tejido conjuntivo que puede ser peritoneal, peribronquial y perialveolar.
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